La propagación es el punto de partida del ciclo productivo de los agricultores. Cada nuevo trasplante es la promesa de una nueva oportunidad de éxito y cada plántula una expresión de potencial productivo. A través de la propagación, cada planta expresa la genética de la semilla, el trabajo del propagador y las condiciones en que se llevó a cabo la producción de las plántulas.
Mediante el injerto, dos plantas con características complementarias se fusionan en una nueva planta que combina las mejores cualidades de ambas. No obstante, si el inicio del cultivo depende de la calidad de las plántulas, que a su vez son uno de los factores más determinantes del éxito del negocio, ¿Por qué en México se sigue considerando a la plántula como un “commodity” donde frecuentemente la decisión de propagador se hace en base a un precio de venta?
En 2024 el juego de la producción bajo agricultura protegida ha cambiado; sin embargo, muchos jugadores siguen jugando de acuerdo con las reglas que eran suficientes en 2020 … o en 2006. Mientras que en el panorama hortícola internacional (Canadá, Francia, Países Bajos, España, Marruecos, etc.) la propagación se considera una profesión especial y diferente a la de producción con requerimientos específicos de tecnología, sanidad y talento; en México el agricultor considera que es una buena idea propagar su propia planta. Cada agricultor tendrá sus válidas razones, sin embargo; antes de embarcarse en una nueva aventura, valdría la pena analizar no solamente los requerimientos de una unidad de propagación (que es mucho más que un espacio limpio y protegido, mesas y aguilones de riego), sino los objetivos a alcanzar en el negocio principal que es la producción de tomate, pimiento o pepino.
Al pensar en el término “calidad” de la planta, frecuentemente los conceptos de sanidad, uniformidad y especificación (una planta compacta) son los únicos que se ponen en la mesa. No obstante, el tiempo a cosecha desde el trasplante, el rendimiento de los primeros cortes, los costos de establecimiento del cultivo e incluso la experiencia del cliente son factores que raramente son ponderados. La propagación es una profesión que depende de la atención oportuna a detalles y los detalles están determinados por el tiempo y la precisión. Factores más allá de las plantas mismas como el embarque y empaque pueden ser puntos de inflexión. Un inicio exitoso está influido mayormente por el trasplante oportuno de plántulas homogéneas, balanceadas y con adecuada estructura. La única manera de producir altos volúmenes de plantas con niveles de desarrollo similar y uniforme dentro de especificaciones es a través de maquinaria y equipo especializados.
Hay ciertos beneficios que solamente pueden lograrse a través de la combinación de talento humano entrenado específicamente para la actividad de propagación, maquinaria y tecnología para controlar el clima dentro de espacios protegidos. Ejemplos de maquinaria son líneas de siembra y trasplante, seleccionadoras de plantas, líneas de injerto y de manejo de sustratos.
Manejar grandes volúmenes de semillas o plantas, manteniéndolos dentro de especificaciones y tiempos con características no solamente homogéneas sino superiores; no es efectivo de manera manual; hacerlo manualmente sin la maquinaria adecuada es sacrificar potencial.
El talento y experiencia del propagador junto con la tecnología y maquinaria disponible determinará no solamente el potencial productivo de la planta. La cantidad de semilla, la necesidad de replantes, los costos de trasplante y establecimiento del cultivo e incluso la cantidad de mano de obra durante el trasplante.
El éxito de la propagación como negocio y como actividad no depende de la cantidad de plántulas producidas sino de la eficiencia que puede medirse en el rendimiento económico por metro cuadrado por día.
La maquinaria de manejo de sustrato tiene un impacto significativo en la uniformidad y cantidad de raíces y contribuye al mejor aprovechamiento del sustrato. Sin embargo, incluso la maquinaria de más alta gama no entregará el mayor beneficio si las características del sustrato no son las adecuadas. Máquinas especializadas hacen posible la selección de plántulas por tamaño y vigor, segregando por calibre del tallo, área foliar y tamaño.
Equipos especializados como los escáneres de germinación son una gran herramienta para obtener de manera automática y confiable porcentajes de germinación y viabilidad y también evaluar el desempeño de plántulas recién germinadas. En este sentido, la propagación se asemeja más a la industria hotelera que a la agrícola. Una manera de entender la importancia del rendimiento económico por metro cuadrado es imaginarlo como las habitaciones disponibles de un hotel. El éxito está determinado directamente por la ocupación y la cantidad de huéspedes (plantas) que se puedan colocar por habitación (metro cuadrado) manteniendo la satisfacción del cliente (calidad y especificaciones).
El tiempo que se toma en producir las plántulas (tiempo de ocupación de la habitación), tiene también una influencia directa en la viabilidad económica de la actividad ya que el costo por planta será mayor si el tiempo requerido para producirla es mayor. En otras palabras, la misma planta tendrá un costo más alto si en lugar de producirse en 42 días, se produce en 48.
Al igual que en la hotelería, hay temporadas altas y bajas, e incluso el hotel más equipado no tendrá éxito si el personal no es adecuado. Hay una amplia gama de hoteles y cada uno podrá o no satisfacer las aspiraciones y necesidades de sus huéspedes, sin embargo, hay requerimientos mínimos que el agricultor debe considerar al escoger propagador o realizar la propagación el mismo. Una recomendación: Es importante hacer a tiempo la reservación.